En el año 1994, Benito Floro entrenaba al Real Madrid. En un partido de Liga de aquel año, el conjunto madridista visitaba a un recién ascendido en el Camp d'Esports y en la media parte del partido, el técnico asturiano abroncó a sus pupilos por la pobre imagen que estaban mostrando sobre el terreno de juego. El equipo blanco caería derrotado finalmente por dos goles a uno. Nos referimos a la célebre bronca de Lleida que ha quedado grabada en la historia del fútbol español.