
Del Atlético de Madrid mejor ni hablar. En esta plantilla no es que falle el fútbol, ni que les haya mirado un tuerto. Es una cuestión interna que mata a todo ser viviente dentro de esta entidad, que destruye todo lo que pueda estar relacionado con las soluciones que conduzcan al equipo a un sendero regular.
La única manera de arreglar la temporada era ganando la Copa del Rey y meterse a través de ella a Europa, pero los jugadores decidieron por sí solos dilapidar sus únicas opciones de arreglar otro mal año y lo tiraron todo por la borda. Tanto Cerezo como Gil Marín parece que están por la labor de aprender de sus numerosos errores de las últimas campañas y aplicar la guillotina. La primera medida es que casi las tres cuartas partes de la plantilla y el propio García Pitarch van a salir escopeteados del Vicente Calderón. La intención es apostar a muerte por la cantera y traer promesas de otros equipos. Se acabó la política de fichar a vacas sagradas que vienen ya con los deberes hechos de otros conjuntos y que al final siempre decepcionan en este conjunto (Maniche, Costinha, Seitaridis o Juanito,…). Ahora interesan jugadores comprometidos, jóvenes y doctrinados en la escuela colchonera. De la cantera pasará a formar parte del primer equipo hombres como Borja, Koke, Keko, Cédric e Ibrahim.
Tanto Agüero como Forlán pueden salir a final de temporada y pueden ser traspasados para recolectar esos euros necesarios para hacer la gran revolución. Nadie tiene el puesto asegurado y luego se pretende cambiar de política informativa y lanzar mensajes a la masa social de que la lucha por los títulos es algo imposible debido a las grandes diferencias económicas que existen con respecto al Real Madrid y Barcelona. O eso, o que venga algún jeque árabe con los petrodólares y resurja al Atlético Aviación.
La única manera de arreglar la temporada era ganando la Copa del Rey y meterse a través de ella a Europa, pero los jugadores decidieron por sí solos dilapidar sus únicas opciones de arreglar otro mal año y lo tiraron todo por la borda. Tanto Cerezo como Gil Marín parece que están por la labor de aprender de sus numerosos errores de las últimas campañas y aplicar la guillotina. La primera medida es que casi las tres cuartas partes de la plantilla y el propio García Pitarch van a salir escopeteados del Vicente Calderón. La intención es apostar a muerte por la cantera y traer promesas de otros equipos. Se acabó la política de fichar a vacas sagradas que vienen ya con los deberes hechos de otros conjuntos y que al final siempre decepcionan en este conjunto (Maniche, Costinha, Seitaridis o Juanito,…). Ahora interesan jugadores comprometidos, jóvenes y doctrinados en la escuela colchonera. De la cantera pasará a formar parte del primer equipo hombres como Borja, Koke, Keko, Cédric e Ibrahim.
Tanto Agüero como Forlán pueden salir a final de temporada y pueden ser traspasados para recolectar esos euros necesarios para hacer la gran revolución. Nadie tiene el puesto asegurado y luego se pretende cambiar de política informativa y lanzar mensajes a la masa social de que la lucha por los títulos es algo imposible debido a las grandes diferencias económicas que existen con respecto al Real Madrid y Barcelona. O eso, o que venga algún jeque árabe con los petrodólares y resurja al Atlético Aviación.